16.12.09

tocando sutilezas


Ella solía temerle a las lluvias,

decía que en el mar

cada trueno se hace escuchar

como los mil tambores

que anteceden a la muerte.


En un principio lo pensé

como supersticiones de su pueblo,

una antigua civilización del Brasil,

pero con el tiempo fui aprendiendo

un poco sobre tristezas

y fue al descubrir

que su padre había muerto

una noche de tormenta.

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